Apolos, en medio de sus amigos. Fuente: Wikipedia Estoy leyendo el libro de Hechos, y llegué al capítulo 18, en donde se menciona a Apolos. ¡Qué personaje misterioso es Apolos! Aparece así de la nada en un capítulo de Hechos, y desaparece de la vista. Se le muestra como un personaje que al parecer tendrá mucha relevancia en la historia contada, pero después de un capítulo desaparece, a excepción de unas cuantas menciones sueltas en varias epístolas del Nuevo Testamento. A pesar de que sea poco lo que se cuenta, lo que se dice de él es bastante positivo, y me parece un gran ejemplo a seguir.
Dios existe, esa es la primera y grande suposición de la teología. Pero que sea una suposición, ¿está bien? Creo que sí, te explico por qué. Siempre razonamos partiendo de algún lugar Puede parecerte extraño, pero todos partimos de supuestos al pensar y razonar. Nuestro deber es, por supuesto, revisar si nuestro supuesto y nuestra base son sólidos, o estaríamos bajo suelo que se desvanece. Tiene bases sólidas Como decía, es una suposición, pero es una con bases sólidas. Con esto me refiero a que existen buenos argumentos y razones para creer en Dios. Además de eso, existen algunos indicadores que por lo menos deberían llamarnos la atención. En este caso voy a mencionar que mayoría de la población de la historia de la humanidad estaba convencida de la existencia de seres sobrenaturales. Esto ahora mismo es solo un indicador que debe prender nuestra curiosidad, no una evidencia de por sí. Es una suposición con efectos muy reales El que sea una suposición no quiere decir que sea ficción. ...