Estoy leyendo el libro de Hechos, y llegué al capítulo 18, en donde se menciona a Apolos.
¡Qué personaje misterioso es Apolos! Aparece así de la nada en un capítulo de Hechos, y desaparece de la vista. Se le muestra como un personaje que al parecer tendrá mucha relevancia en la historia contada, pero después de un capítulo desaparece, a excepción de unas cuantas menciones sueltas en varias epístolas del Nuevo Testamento.
A pesar de que sea poco lo que se cuenta, lo que se dice de él es bastante positivo, y me parece un gran ejemplo a seguir.
Hechos 18:24-28 (NBV)
24 Mientras tanto, llegó a Éfeso, procedente de Alejandría, un judío llamado Apolos, hombre elocuente y poderoso en las Escrituras. 25 Alguien le había hablado del camino del Señor y, como era muy fervoroso, hablaba y enseñaba acerca de Jesús, aunque conocía sólo el bautismo de Juan.
26 En su mensaje en la sinagoga habló con valentía. Entre los que lo escucharon estaban Priscila y Aquila. Estos lo tomaron aparte y le explicaron con mayor exactitud el camino de Dios.
27 Cuando Apolos quiso ir a Acaya, los hermanos lo animaron y escribieron a los discípulos pidiéndoles que le dieran la bienvenida. Al llegar, Dios lo usó para el fortalecimiento de la iglesia, 28 porque él refutaba ardientemente y en público a los judíos, y demostraba por medio de las Escrituras que Jesús era el Mesías.
Este breve pasaje nos cuenta varias cosas sobre el carácter y la personalidad de Apolos, y de su interacción con creyentes y no creyentes.
Primero, vemos que era judío de Alejandría. Leí en la Wikipedia (a veces es buena fuente), que puede que haya sido influenciado por Filón en su predicación y su mensaje. Filón era un filósofo judío que vivió por esa época y fue bastante influyente, hablando en un lenguaje parecido al de Juan en su evangelio. Por esta razón, entre otras, algunos proponen a Apolos como el autor del libro de Hebreos, que no sabemos quién escribió.
Sin necesidad de adentrarnos demasiado en los detalles periféricos, quiero ver en segundo lugar la persona de Apolos. El pasaje nos dibuja un hombre conocedor de la palabra, elocuente maestro y evangelista, apasionado por predicar y sin temor a hacerlo. Es decir, con un carácter parecido a Pablo, de acuerdo a lo que sabemos. De hecho que en Primera de Corintios, Pablo contesta a una controversia partidista dentro de la iglesia de Corinto, porque al parecer se habían nombrado Pablistas, Apolistas, Pedristas, y etc., dependiendo del énfasis que cada líder hacía en su predicación. Pablo les recrimina, y les dice que todos son siervos, cada uno hace su parte, pero es el Señor el que hace realmente la obra.
Tercero, y más importante para mí, es la apertura de Apolos hacia la corrección, y su humildad.
Dice que mientras estaba en Éfeso predicando en las sinagogas, Aquila y Priscila le escuchaban. Ahí se dieron cuenta de que solo conocía el bautismo de Juan (el Bautista). Entonces le apartaron para contarle bien el camino. Apolos, siendo líder, brillante orador y conocedor de la palabra, fue lo suficientemente abierto para admitir su equivocación, o la laguna en sus conocimientos, y cambió su mensaje, predicando ya el bautismo luego de la fe. O sea, aparentemente ya predicaba de Jesús, pero no escuchó el mensaje 100% bien: le faltaban algunas piezas. Después de esto nos cuenta el texto que debatía con judíos y les mostraba por las escrituras que Jesús era el Cristo.
Los hermanos estaban tan encantados con Apolos que lo enviaron a otras iglesias con alta recomendación. Dicen algunas fuentes que fue obispo en Corinto, después de un tiempo.
Y así. La lección que aprendo de Apolos es la humildad y apertura. No lo sabemos todo, por más que hayamos estudiado mucho. Y Dios permite que pasemos por estas situaciones para que no olvidemos quiénes somos, y que la gloria es para Él.


Comentarios
Publicar un comentario
Los comentarios están sujetos a moderación. Comentemos civilizadamente.