Ir al contenido principal

¿Dijo Jesús "Yo soy el camino, la verdad y la vida", o Juan lo inventó?



Crédito: Imágenes antillasfma.org

He estado siguiendo un debate entre Lydia McGrew y Michael Licona referente a la historicidad de los dichos "Yo soy" de Jesús que se encuentran en el evangelio de Juan.
Quiero comentar en cuanto a mis impresiones sobre este debate. Debo decir de entrada que respeto a ambos eruditos. El leerles me ha ayudado a moldear mi manera de pensar de manera asombrosa. He aquí una breve reseña de sus credenciales y de cómo me han ayudado en mi caminar.
Quiénes son
Lydia McGrew tiene un PhD en inglés, pero ha publicado en jornales especializados sobre filosofía analítica y probabilidad. Es autora del libro "Hidden in Plain View", que habla de las "coincidencias no diseñadas" que argumenta a favor de la historicidad de los evangelios debido a que inconscientemente, un autor aclara detalles que otro autor de los evangelios asume al escribir su recuento de un mismo episodio. Tambien contribuye con su esposo, Tim McGrew, en un capítulo de "The Blackwell Companion to Natural Theology", en un capítulo en el que trata de argumentar a favor de la resurrección de Jesús utilizando el teorema de Bayes. El leer sus escritos me ha ayudado a pensar con mayor claridad. Su lógica al argumentar es impecable. Me sorprendió sobremanera la forma en que respondió a un teólogo que estaba perdiendo la fe debido a su lucha con una enfermedad. De hecho, así fue que le conocí.
Michael Licona tiene un PhD en Nuevo Testamento. Es autor de numerosos libros que hacen defensa de la resurrección de Jesús y de la confiabilidad de los evangelios. Entre ellos destaca "The Case for The Resurrection of Jesus", con Gary Habermas, un libro instrumental para mi propia vida y confianza en la evidencia a favor de la resurrección. Ha debatido con numerosos escépticos como Richard Carrier, que afirma Jesús nunca existió y es un mito, Dan Barker, un ex pastor y ahora ateo y antireligioso, y Bart Ehrman, un prestigioso agnóstico estudioso de la Biblia, entre otros. Gracias a él en parte, ahora puedo perseverar en mi fe a pesar de mis constantes dudas y cuestionamientos. Me hizo ver que es posible ser académicamente serio y creer en la resurrección de Jesús.
El pensamiento de Licona a grandes rasgos.

Todo empezó con un comentario del apologista Jonathan McLatchie sobre un diálogo (el video de arriba) entre el agnóstico estudioso del Nuevo Testamento Bart Ehrman, y el erudito evangélico del Nuevo Testamente Craig Evans. Licona salió en defensa de la afirmación de Evans de que "posiblemente" Jesús no haya pronunciado los "Yo soy" que se le atribuyen en el evangelio de Juan.
Michael Licona afirma que quizás los dichos "Yo soy" de Jesús (como Yo soy el camino, la verdad y la vida de Juan 14:6), son elaboración explícita de Juan de algo que Jesús dijo implícitamente. Es decir, Jesús nunca dijo directamente esos dichos, pero Juan los puso en la boca de Jesús, como una manera de mostrar que Jesús era divino, y de elaborar en sus enseñanzas y parábolas que justamente, indicaban que Jesús era los "Yo Soy", aunque nunca los haya pronunciado literalmente.
Entre las razones que llevan a "la mayoría de los eruditos" (palabras de Licona) a pensar esto, están que el secreto mesiánico está presente en los evangelios sinópticos, pero no en Juan. Jesús parece querer hablar acerca de su verdadera identidad en secreto en el resto de los evangelios, pero al llegar a Juan, tenemos a Jesús haciendo discursos super largos en los que dice a todo el mundo que él es el Mesías, y tiene enfrentamientos con varios grupos por causa de las afirmaciones directas que él hace. Además, la voz, o el estilo de los discursos de Jesús en el evangelio de Juan se asemeja a la manera de hablar de Jesús en 1 Juan. Esto puede deberse a que Juan pasó tanto tiempo con Jesús que se le pegó su manera de hablar, o también que Juan acomodó los discursos de Jesús para adecuarlos a su propósito al escribir el evangelio. Licona va con la mayoría de los eruditos, que dicen que la segunda alternativa es la correcta.
Licona ha dejado claro que eso no quiere decir que él piense que el evangelio de Juan no sea histórico, pero que sí forma parte de una diferente manera de hacer historia, o biografía, a la que estamos acostumbrados hoy día. Licona defiende la resurrección de Jesús y la historicidad de los evangelios, pero cree que hay  ciertas cosas que no son literales, sino recursos retóricos, embellecimientos, o maniobras que los autores usaron para adecuar el mensaje del evangelio y la vida de Jesús a su audiencia. En pocas palabras, hay partes que contienen la ipsima vox (la idea de lo que Jesús quiso decir), pero no la ipsima verba (las palabras literales) de Jesús.
También dice Licona que es Plutarco el que ayuda a esclarecer la lectura de los evangelios, y que haría bien que Lydia lea a Plutarco, en donde encontrará diversos "técnicas de composición", que eran comunes en la época en la que se escribieron los evangelios. Esto quiere decir, que está mal exigir que los evangelios estén escritos con el estilo de un historiador que recién surgió en el siglo XIX. La gente de la época tenía su manera de escribir, y la audiencia original entendía lo que se quería decir, por lo que debemos dejar a los textos antiguos que hablen por sí mismos.
La respuesta de McGrew
McGrew argumenta que este asunto es más importante de lo que Licona está tratando de hacer parecer. Si es que algo que Jesús dijo en los evangelios no es así literalmente, el público tiene derecho a saber. No es un asunto tan a la ligera si es que Jesús no pronunció los dichos que se le atribuyen a él en los evangelios. Esto puede terminar con erosionar nuestra confianza en la confiabilidad de los evangelios.
También, dice McGrew, la erudición moderna está tendiendo hacia un escepticismo no sano hacia los evangelios. El emperador no tiene ropas, y quizás debe ser alguien fuera del círculo de eruditos el que se encargue de señalarlo.
McGrew aboga por lo que sería una interpretación de "experiencia del mundo real" de los evangelios en general. Al encontrar dos recuentos de una misma historia que varían en ciertos detalles, uno no debe asumir automáticamente que alguno de los autores bíblicos cambió o manipuló algo a sabiendas con fines teológicos.
Cita como ejemplo a un respetado historiador secular, pero también estudioso del Nuevo Testamento Richard Burridge, que trata de tirar a Juan por la borda como historiador, haciendo dudosas afirmaciones acerca de la gente de la antigüedad y su concepto de verdad. Burridge dice que lo opuesto de la verdad no es ficción, sino mentiras y engaño, y que los evangelistas a veces usan ficción para traer un punto a colación. Unos personajes agregados aquí y allá, ciertos eventos cambiados aquí y allá, para enfatizar más la lección que estaban tratando de enseñar. Esto dice refiriéndose más en particular al evangelio de Juan.
McGrew inclusive cita un ejemplo de Burridge en el evangelio de Juan. Describiendo la última cena como está contada en Juan, Burridge dice:
Dos figuras más en la última cena llaman nuestra atención. Pedro fue traído a Jesús por su hermano, en vez de haber sido llamado directamente, y Jesús le cambia el nombre inmediatamente, en vez de hacerlo luego de su confesión (comparar Jn 1:42 con Mt 16:18)
Aquí, dice McGrew, Burridge insinua que Juan simplemente cambió un poco las cosas para probar un punto algo más elevado. Quién sabe que puede ser ese punto.
Ahora, con un poco de conocimiento del mundo real, insiste McGrew, Burridge pudo haber resuelto el problema sin necesidad de decir que Juan inventó. Este pudo haber sido el segundo encuentro entre Jesús y Pedro, y esta pudo haber sido la ocasión en la que Jesús puso el sobrenombre Pedro a Simón, y luego, en el incidente de Mateo 16:18, Jesús le explica lo que quiere decir su sobrenombre. Y así, sin necesidad de decir que Juan inventó, explicamos ambos pasajes.
McGrew luego se pregunta si no estamos yendo demasiado lejos al tratar de utilizar los artilugios de interpretación en todas partes, asumiendo que un evangelista inventó esta o aquella parte sin siquiera detenernos a pensar si hay una forma más simple de explicarlo, considerando nuestra experiencia del mundo real.
Aún así, Licona y otros mantienen que la Biblia es inerrante bajo un concepto un tanto extraño de inerrancia. Las historias pueden no ser objetivamente correctas o acertadas, pero de todos modos, los evangelios son inerrantes.
El peligro de ir demasiado en esa dirección es que podríamos reinterpretar cada historia como un cuento o mito, utilizado con un fin más profundo (recordando a Bultmann), y aun así aferrarnos a una definición de inerrancia que dice que estos escritos sí son históricos, cuando en realidad no lo son. Podemos seguir jugando con la semántica y alegorizar incluso la resurrección misma de Jesús, lo cual pondría en peligro la esencia misma de nuestra fe.
Utilicemos un poco de sentido del mundo real, en conclusión.
¿Y entonces?
El debate continúa, más del lado de McGrew que el de Licona. Les invito a leer los artículos de Lydia en su blog. He tratado de proveer una útil síntesis de lo que ambos han dicho, pero para aquellos interesados de ir a la fuente original, tienen ahí los artículos escritos.
Y ustedes, ¿qué piensan?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Molinismo vs. Calvinismo - William Lane Craig vs. Paul Helm

(edición de la imagen en MS Word) Este es un debate entre un teólogo calvinista y un teólogo molinista. Si al leer molinismo y molinista te rascaste la cabeza, te cuento que el molinismo es una postura que defiende que Dios cumple su propósito perfectamente en la creación principalmente a través del uso de su omnisciencia (su capacidad de conocerlo todo). No es una idea nueva, lleva 400 y pico de años flotando por los círculos teológicos, pero es hace poco que resurgió. Hoy en día es un concepto muy debatido aún. Quiero aclarar que no soy el autor original de lo que viene abajo, sino que simplemente traduje un artículo de uno de mis blogs favoritos: The Wintery Knight . Les recomiendo mucho ese blog. Contiene interesantes artículos acerca de apologética y de otros temas muy interesantes. -------- William Lane Craig y Paul Helm discuten acerca del calvinismo y el molinismo en el Show de Radio "Unbelievable" Escuché una excelente discusión entre el Dr. Willi...

Apologética, guerreando por la fe

En esta entrada aprenderemos acerca del valor de defender la fe ante los ataques que la misma sufre desde afuera, a hacer la guerra a creencias que buscan socavar al cristianismo: aprenderemos sobre apologética (y de paso entenderán el título del blog :D) ¿Qué es apologética? El Diccionario define apología, palabra de la que viene apologética, como discurso de palabra o por escrito, en defensa o alabanza de alguien o algo . La palabra en general significa defensa . Puedo hacer apología del vegetarianismo, o de la pena de muerte, por ejemplo, dando razones por qué está bien practicar o seguir creyendo en algo o en alguien. La apologética cristiana , trata de dar una defensa racional de la fe cristiana, razones por las que es verdad, demostrar por qué vale la pena creerla. La Biblia, en 1 Pedro 3:15  dice Estén siempre preparados a responder a todo el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen Esta es una exhortación a los lectores a comprometer...

Pensamientos sobre la tentación

Estaba pensando en cuando Jesús decía que en el corazón es donde surgen las malas cosas, la verdad le acertó al blanco. Ahora, el enemigo y la tentación son muy astutas y tratan de agarrarnos cuando estamos débiles o hambrientos o adoloridos, o demasiado cansados para pensar o aguantarnos. Y es ahí en donde debemos ser más cuidadosos, porque el enemigo tiembla de emoción al vernos tambaleantes y dispuestos a dejar a la carne triunfar porque ya estamos cansados, o necesitamos un kick  de dopamina.