Dejemos resonar la pregunta escrita en el título del post por
unos segundos. Leámosla otra vez. Pensemos un ratito en ella, y veamos si es
que en nuestra vida alguna vez nos preguntamos esto.
La verdad es que, tristemente, mucha gente
nunca se pone a pensar en ese tipo de cosas. Están tan intoxicados con su vida
diaria, y tan obsesionados con lo “urgente”, que se olvidan de lo “importante”.
A lo que me refiero con esto es que se ocupan de resolver cosas pequeñas, pero
nunca piensan en el todo. La obsesión por las pequeñas cosas y el descuido de
las grandes cosas es quizás la contradicción más grande de nuestro tiempo.
Tim Keller lo pone de una manera
bastante interesante, diciendo que si alguien te pide para que te encuentres
con él un día de estos a una hora determinada, difícilmente aceptes si no sabes
el motivo de la cita. Bueno, nadie quiere desperdiciar una hora de su vida. Queremos
ocupar nuestro tiempo con cosas que valen la pena. O al menos, esa historia nos
contamos a nosotros mismos.
Ahora, si alguien te pregunta “si
te importa tanto una hora como para considerar si realmente vale la pena lo que
vas a hacer ¿Qué acerca de tu vida? ¿En qué dirección estás yendo? ¿Te pusiste
alguna vez a pensar por qué estás haciendo lo que estás haciendo? ¿Cuál es el
verdadero significado de todo lo que haces? ¿Por qué, o para qué estás
viviendo?”
Bueno, creo que si te asaltan con
tantas preguntas profundas de una tirada quizás te asustes y pienses “Este tipo
está loco. Algún tipo de religión extraña seguro practica”. Y así pospongas el
siquiera considerar lo que te está diciendo. Hicimos de esto de mantener
nuestro pensamiento siempre hacia la orillita nomás algún deporte profesional.
La tele, internet, nuestra cultura en general nos ayudan mucho con esto: nuestra
mente se adormece cuando quieren ponerla a trabajar. Nadie hace matemáticas por
diversión, o por lo menos, así queremos creer.
Sin embargo, aunque esquives la
pregunta, ella sigue siendo válida. Quiero que pares un momento y leas y
pienses de vuelta (y te atrapé si no lo
hiciste antes) “Realmente, ¿hacia dónde estoy yendo con mi vida? ¿Por qué hago
lo que hago?”.
Mientras algunas personas piensan
muy poco en esto, si es que piensan, existen otras que sobresalieron de la
multitud por el esfuerzo que hicieron por dar una respuesta verdadera a estas
preguntas. Para responder a mis propias preguntas voy a escribir una serie de
artículos, en los que desarrollaré lo que considero la respuesta más apropiada
para esta pregunta. Una “respuesta” a esta pregunta por artículo.
Inicialmente, voy a considerar
dos perspectivas. En primer lugar, la vida sin Dios. En segundo lugar, el cristianismo.
Sé que existen demasiadas otras combinaciones en el fast food de la vida, pero
por el momento me quedaré con estas dos opciones.
En el primer artículo, voy a defender
la idea de que la vida sin Dios no tiene
sentido. Vamos a examinar la
perspectiva atea en cuanto a la vida, o sea, cuáles serían las consecuencias de
la no existencia de Dios en un sentido existencial. En qué manera afecta el que
Dios no exista (hablando hipotéticamente) al significado de la vida.
En el segundo artículo, quiero
defender que Jesucristo nos dio la
verdadera respuesta a esta pregunta. El sentido de la vida se encuentra en una
relación con Dios a través de Jesús. Sé que no es una opinión popular, por lo
que me esforzaré de argumentar a favor de esta idea y de manejar objeciones comunes
a ella.
Por supuesto, he de admitir mis
presuposiciones de entrada. Soy cristiano. Creo en Dios, en Jesús, en la vida
eterna; y tengo la tendencia de remar
hacia mi orilla. Pero no quiero te vayas todavía, sin siquiera considerar lo
que voy a mostrarte. Entiendo que llegues a conclusiones diferentes a las mías,
pero por lo menos déjame mostrarte las razones detrás de mis creencias.
Y por supuesto que no puedo dejar
de mencionar a los gigantes sobre cuyos hombros estoy parándome al hablar de
esto: J. P. Moreland, William Lane Craig, Ravi Zacharias, Tim Keller, entre
otros. Estos pensadores estimularon mucho mi pensamiento acerca de estos temas.
Manténganse atentos y abróchense
los cinturones. Este viaje va a ser muy emocionante.

Comentarios
Publicar un comentario
Los comentarios están sujetos a moderación. Comentemos civilizadamente.