Estaba pensando en cuando Jesús decía que en el corazón es donde surgen las malas cosas, la verdad le acertó al blanco. Ahora, el enemigo y la tentación son muy astutas y tratan de agarrarnos cuando estamos débiles o hambrientos o adoloridos, o demasiado cansados para pensar o aguantarnos. Y es ahí en donde debemos ser más cuidadosos, porque el enemigo tiembla de emoción al vernos tambaleantes y dispuestos a dejar a la carne triunfar porque ya estamos cansados, o necesitamos un kick de dopamina.